PERÚ: JALADOS EN EDUCACIÓN

“El fin de la educación es aumentar la probabilidad de que suceda lo que queramos” ~ José Antonio Marina. 

por Susana Danino @berkeliana                                                  

Recientemente las declaraciones del presidente Ollanta Humala sobre la importancia de la educación, abre una discusión que de haberse dado al inicio de su gobierno, hoy se podría tener un sendero claro y la posibilidad de implementar verdaderas reformas educativas.  De igual manera, la desidia y mezquindad del presidente Humala al no continuar con los avances del gobierno anterior en el sector educativo ha producido un estancamiento que en esencia es una exclusión social del estudiante peruano. 

En el 2006 PREAL, El programa de la Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe, emite un informe en el que señala “La población peruana sigue enfrentando desafíos”.   Es importante anotar que una de las recomendaciones dada por esta entidad a finales de los 90 de “Establecer estándares para el sistema de educación y medir el avance de su cumplimiento”, no se ha cumplido.  El informe PREAL 2006 indica que durante el período 2002-2005, el Perú, en el área de rendimiento de pruebas, obtiene una nota de “MM” por “Muy Mala”.  Además en la misma área de evaluación en la sección “comentarios” agrega, “El porcentaje de estudiantes que muestra dominar las competencias de las áreas evaluadas es muy bajo.  No se notan cambios positivos en los resultados de rendimiento en las pruebas de comparables existentes”.  Cuadro 1, p. 5.

Cuadro 1

Con vergüenza vemos que en una época de bonanza económica, el gobierno del presidente Alejandro Toledo, la nota de “Muy Mala” y “Mala” sean notorias en áreas importantes del sistema de educación peruano. La única “B”, por Buena, es en el porcentaje de matrículas y en la devolución de información de pruebas en el 2004 en relación a la evaluación del 2001, pero hace hincapié que “el uso de estos en la política educativa y en las actividades propias de las escuelas sigue siendo limitado.” 

Aún cuando hubieron algunas mejoras como un incremento del 10 % para el caso de estudiantes de inicial (PREAL p. 8.), así como el aumento general a los profesores, el hecho es que un aumento sin evaluaciones que lo sustenten, dejan a esta medida como una populista y no académica.  Además el gasto público en educación como porcentaje del PBI para Perú fue 2. 9., el segundo más bajo en América Latina. Gráfico 17. p. 19.

Gráfico 17.

Por último el reporte de ODEC: Progamme for International Student Assessment por su siglas en inglés “PISA” publicó los resultados de la evaluación del 2012. De los 65 países participantes, el Perú ocupó el último lugar, el vergonzoso número 65. 

Reporte Pisa.

La educación en el Perú está en estado de decadencia, la ley universitaria promulgada recientemente, parece no atender las deficiencias en parte del sector.  Esta ley lejos de minimizar la burocracia, mal endémico en muchos sectores del estado, la aumenta exponencialmente por la creación de una superintendencia, originando aún más trabas en el sector.  Cabe anotar que si bien es cierto existe una gran necesidad de renovar y reestructurar el sector, también es cierto que al parecer la cura seria peor que la enfermedad.  Asimismo, se ve con gran preocupación que esta superintendencia haya sido creada como premio a un aliado político altamente cuestionado por graves delitos y no en aras del bienestar educativo.

Por otro lado, el delegar toda la autoridad educativa superior a un organismo estatal y no académico, es un retroceso, como lo fue la reforma educativa del dictador General Juan Velasco Alvarado (D.L. 193260), cuyo intervenismo nos dejó una lección con nota en rojo. Las políticas de estado del gobierno del presidente Ollanta Humala han invadido una competencia privada y los resultados “PISA 2012” indican claramente que no es un buen administrador, ni profesor.  De igual manera mientras la educación primaria y secundaria no tengan una verdadera reforma que mejoren la calidad de la enseñanza y el rendimiento escolar, no podremos prosperar ni enfrentar los retos de la modernidad.  

La llamada inclusión social, el proveer un techo, un asiento, una pizarra, ni mucho menos un desayuno, aseguran una calidad educativa.  Una reforma educativa no será suficiente, ni eficiente si no se toman en cuenta cuatro factores importantes: sistema educativo, profesor, estudiante, y apoyo familiar.  Un sistema educativo capaz de dar la debida atención al estilo de aprendizaje del estudiante estableciendo políticas claras para que el estudiante “aprenda a aprender” y que estas directivas involucren al profesor y la familia.  Una reestructuración de cursos y su adecuación a estándares internacionales, revisión periódica de sus contenidos y de sus sílabas, preferentemente cada tres años.  Un sistema educativo que recapacite sistemáticamente al profesor para que este enfrente los retos acelerados de las innovaciones educativas.  Establecer medidores de efectividad que evalúen anualmente el rendimiento escolar: Evaluación del Rendimiento Educativo del Profesor, Estudiante, y Curso.  La reforma educativa debe envolver a la sociedad en su conjunto para así acortar las brechas de desigualdad y competitividad en este sector; una educación de calidad es la mejor inclusión social que se le puede dar al estudiante.

                                                                      Bibliografía 

PISA 2012 Results in Focus: What 15 years old know and what they can do with what they 

     know. OECD.org  France, 2012.

 <http://www.oecd.org/pisa/keyfindings/pisa-2012-results-overview.pdf>

2006 La educación Peruana sigue enfrentando desafíos: Informe de progreso educativo, 

     Perú.   PREAL.org  PREAL. Perú, 2006.  Cuadro 1, p. 5.  

<http://www.preal.org/NoticiaDetalleNN.asp?Id_Noticia=71>

2006 La educación Peruana sigue enfrentando desafíos: Informe de progreso educativo,   

     Perú.   PREAL.org  PREAL. Perú, 2006. Gráfico 17, p. 19.  

<http://www.preal.org/NoticiaDetalleNN.asp?Id_Noticia=71>