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En la edad antigua, como
en la era moderna, el arte de la adivinación no fue ajena a la política. Y
aunque la Pitia es hoy parte de la historia, el arte de la adivinación continua
siendo un afán humano. En política, existen muchas maneras para pronosticar y
dirigir el pensamiento, crear tendencia y bajarse al adversario. Al parecer esa es la intención de algunos
columnistas de opinión, en varios medios de comunicación. Estas columnas han
dejado de lado el pensamiento critico y no tienen ninguna intención de
cultivarlo con afán de mejorado. Por lo dicho existe una especie de opinión basada en la negatividad y los malos augurios, una escritura de neurosis obsesiva, de diván, y de vaticinio.
En la edad antigua,
Delfos constituía un importante centro cultural, donde se realizaban eventos
musicales y deportivos, llamados juegos Píticos. En una cueva profunda en
Delfos, se encuentra una grieta causada por eventos telúricos, y al centro esta
la Pitia. Se dice que todo el que se sentaba en la Pitia obtenía poderes
extraordinarios y podía leer el oráculo. Inicialmente las encargadas de leer el
oráculo eran las pitonisas, mujeres jóvenes y hermosas, pero debido a varios
casos de violación fueron sustituidas por mujeres mayores y poco atractivas.
Según los escritores de la antigüedad el oráculo se celebraba un día al mes, el
día siete (domingo).
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En la edad media baja,
debido al carácter teocéntrico de la época, la adivinación quedó relegada y se ejercía en las sombras. Las creencias de lo oculto y maligno adquirió tal
popularidad que la peste negra que asoló a Europa en el siglo XIV fue atribuida
a creencias supersticiosas. Muchas mujeres fueron injustamente acusadas de brujería y quemadas, como fue el caso de Juana de Arco.
En la actualidad las más
alucinantes predicciones políticas se dan en columnas de opinión. En ¿PPK o
PPK? de Claudia Cisneros, se detalla una
letanía de pronósticos y vaticinios más devastadores que la peste negra. Una especie de listado de supuestos,
condicionales en futuro, y una mezcla de todo un gobierno pasado, con otro que
todavía no ha tenido la posibilidad de serlo.
Es decir mezcla el pasado con lo que todavía no ha llegado, el futuro. Cisneros hace predicciones insólitas sobre el “inicio del infierno” con un posible gobierno
de Fuerza Popular, Dante estaría asombrado de tal vaticinio. Igualmente muchos editoriales y espacios de opinión se han convertido en una "pitia" desde donde iluminados por un rayo mágico, se vierten asombrosas predestinaciones, una especie de bola mágica donde pitonisas y adivinadores pueden ver el futuro del Perú. Este discurso no tiene nada de iluminado, ni critico, carece de total fundamento y solo nace del temor ante la posibilidad de perder el discurso ideológico.
Esta especie de pensamiento decimonónico -antifujimorista- no nace del pensamiento crítico, pues carece de valoración académica que da un pensamiento “auto-dirigido, auto-disciplinado, auto-supervisado y auto-correctivo, que superen el egocentrismo nativo y el socio-centrismo.” definido por el Dr. Richard Paul y Linda Elder sobre el pensamiento crítico.
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No soy psiquiatra, pero
como estudiosa de la crítica literaria, advierto en el artículo ¿PPK o PPK?
delirantes predicciones políticas, una especie de escritura neurótica obsesiva,
caracterizada por su pronostico de negatividad, cinismo, y agresividad, entre
otros (Kaiser Permanente Hospital). Según Terry
Eagleton, en Psicoanalisis, Introduction to Literary Theory, "el lugar
donde relegamos los deseos que no podemos satisfacer, recibe el nombre de
inconsciente", y en el inconsciente mora la neurosis dice Freud. ¿Estamos ante una escritura de diván … de
trance ... de neurosis obsesiva?
Sin embargo, lejos de
avizorar y pronosticar un “irreversible futuro abismal”, muchos peruanos deseamos un futuro
prometedor. Un futuro en que la pobreza
y la desnutrición se erradiquen. Un futuro en que se desarrolle
infraestructura de calidad, sobretodo en las zonas rurales, para que el
productor pueda llevar sus cosechas al mercado sin que estas se malogren y para
que un enfermo pueda llegar a una posta médica tan pronto lo necesite.
De igual manera, ciudadanos deseamos que los niños de
la selva, no tengan que caminar largas horas para llegar a su escuela; que la
tundra produzca; que todos los peruanos tengan luz y agua en sus hogares. Se desea que todo peruano tenga un trabajo digno, tenga un sistema
educativo de calidad, y sobretodo se desea que algún día se arranque de la miseria ideológica de izquierda a las futuras generaciones.
Finalmente, los malos
augurios, los conjuros agónicos, los escritos negativos de pitonisas modernas, de columnas de opinión que avizoran pestes y
plagas para el Perú, no hacen más que mostrar ese feísimo literario propio de quien los escribe. El pensamiento crítico no emana del feísimo interno, ni de la neurosis obsesiva, ni de la inspiración de un oráculo, sino del pensamiento cultivado que plantea interrogantes, que analiza de forma clara y precisa; que reúne y evalúa información pertinente y concluye superando "el egocentrismo nativo y socio-centrismo" (Elder), para mejorar una idea y comunicarla efectivamente. Quizás exista alguna frustración interna cuya terapia es una columna de opinión, un desfogue a un voto mal dado, o un odio sano que irónicamente contamina las palabras y previene todo pensamiento crítico. ¿Es el anti-fuimorismo una neurosis obsesiva o una superstición?
Bibliografía
Eagleton, Terry. Psicoanalisis. Introduction to Literary Theory.
Ed 1989.
Elder, Richard Paul y Linda. The Result. The Miniature Guide to
Critical Thinking, Concepts and Tools. Berkeley: Foundation
for Critical Thinking. Special Ed. 2010. 2.
Ovidio. "Apolo y la serpiente Pitón", Metamorfosis.
Madrid: Alianza Editorial. 1998 Ed. 1-447.
Ovidio. "Delfos", Metamorfosis. Madrid: Alianza Editorial. 1198
Ed. I, II, IX, X, XI, XIV.
Obsessive Neurosis. Kaiser Permanente Handout.
Northern California. 2015.
Mackenhoupt, Margaret. Sigmund Freud. Explorer of the
Unconscious. NH: Oxford University Press. 1997 Ed.
